Para Mauricio Martínez el deporte es un lazo de unión para la sociedad, él mismo recuerda que su pasión por el béisbol nació en casa de su familia donde su padre le enseñó a disfrutar de un partido, es por eso que durante más de 20 años se dedicó a cumplir un sueño: revivir el béisbol en la ciudad.
Egresado de la licenciatura en Administración de empresas por el tecnológico de Monterrey, Mauricio Martínez paso una temporada en España donde cursó un diplomado en Finanzas Internacionales pero había una meta que aún tenía pendiente, lograr que el equipo Bravos volviera a León, sueño que logró en 2017.
¿De dónde nace su gusto por el béisbol?
Casi siempre el béisbol viene de la mano de la familia y a mí desde muy chico me tocó vivirlo con mi papá, veníamos al estadio a ver a los Bravos; pasó el tiempo y cada vez me fui enamorando más del equipo. Recuerdo que de niño cuando iban de gira los escuchaba por un radio de pilas, los jugadores eran mis superhéroes y quería ser como ellos, de hecho jugué 30 años, siempre como center filter pero decidí estudiar en lugar de profesionalizarme en el deporte.
¿En qué momento decidió revivir este deporte en la ciudad y por qué?
Duré 20 años con este sueño, comenzó como un juego pero me di cuenta de que era un sueño que beneficiaría a mucha gente, era una tarea muy importante para reconstruir el tejido social.
Para reconstruir el tejido social de una ciudad debe haber deporte y León no podía estar más tiempo sin béisbol. León tiene equipo de fútbol y eso es bueno, de hecho yo creo que debería haber dos equipos de fútbol en la ciudad, somos una ciudad donde el deporte es una línea que nos une a todos y ahora Bravos es parte de esa línea.
Egresado de la licenciatura en Administración de empresas por el tecnológico de Monterrey, Mauricio Martínez paso una temporada en España donde cursó un diplomado en Finanzas Internacionales pero había una meta que aún tenía pendiente, lograr que el equipo Bravos volviera a León, sueño que logró en 2017.
¿De dónde nace su gusto por el béisbol?
Casi siempre el béisbol viene de la mano de la familia y a mí desde muy chico me tocó vivirlo con mi papá, veníamos al estadio a ver a los Bravos; pasó el tiempo y cada vez me fui enamorando más del equipo. Recuerdo que de niño cuando iban de gira los escuchaba por un radio de pilas, los jugadores eran mis superhéroes y quería ser como ellos, de hecho jugué 30 años, siempre como center filter pero decidí estudiar en lugar de profesionalizarme en el deporte.
¿En qué momento decidió revivir este deporte en la ciudad y por qué?
Duré 20 años con este sueño, comenzó como un juego pero me di cuenta de que era un sueño que beneficiaría a mucha gente, era una tarea muy importante para reconstruir el tejido social.
Para reconstruir el tejido social de una ciudad debe haber deporte y León no podía estar más tiempo sin béisbol. León tiene equipo de fútbol y eso es bueno, de hecho yo creo que debería haber dos equipos de fútbol en la ciudad, somos una ciudad donde el deporte es una línea que nos une a todos y ahora Bravos es parte de esa línea.
¿Qué significa para ti presidir un equipo como Los Bravos de León?
Es un orgullo, ser el único empresario de León que puede presumir ser parte de un comité directivo como este, de ser el propietario parcial de un equipo. Estoy muy contento con esta franquicia que le ha dado tantas alegrías a esta ciudad y ha enamorado a grandes y chicos. Es maravilloso ver a los niños, a los padres y abuelos, a las familias unidas por un deporte, ver que en los partidos fluye esa convivencia familiar.