El sector tecnológico mexicano vive, en 2025, una fase de consolidación y expansión acelerada, posicionándose como un actor relevante en América Latina. El mercado de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) fue valorado en USD 64.6 mil millones en 2024, con una tasa compuesta anual proyectada del 9.5 % hasta al menos 2033, lo que señala una trayectoria de crecimiento sostenido. En particular, el segmento de software —con un valor estimado de USD 9.1 mil millones en 2024— aspira a duplicarse para 2030.
Tres pilares explican este dinamismo:
1. Nearshoring y “tech‑shoring”: la relocalización de actividades tecnológicas desde China y Asia hacia México impulsa la instalación de centros de desarrollo y R&D, especialmente en Guadalajara, Monterrey y CDMX.
2. Avances en IA, nube e Industria 4.0: el país ocupa el quinto lugar mundial en producción académica de IA, con un mercado de IA estimado en USD 3.4 mil millones para 2025 . La adopción de computación en nube y automatización en fábricas (“smart factories”) está transformando sectores como manufactura y logística.
3. Fintech y servicios digitales: con casi 1 100 fintech operando —55 % locales— y un mercado valorado en USD 20 mil millones en 2024, las fintech mexicanas han atraído el 74 % de la inversión de capital de riesgo, lo que refuerza la inclusión financiera en un país con alto uso de efectivo.
Proyectos emblemáticos nutren este ecosistema:
Microsoft destina USD 1 300 millones a infraestructura de nube y AI para 30 000 pymes, y AWS/ Amazon lanza una “ciudad digital” en Querétaro por USD 5 000 millones, con 7 000 empleos anuales a mediano plazo. MercadoLibre planea invertir USD 3 400 millones en 2025, reforzando logística, IA y servicios financieros.
En el horizonte sexenal, la estrategia nacional (“Plan México”) impulsa la TI como uno de cinco sectores clave, integrando incentivos fiscales, desconcentración geográfica, y promoción de polos tecnológicos en todo el país.
Desafíos y recomendaciones.
A pesar de su avance, el sector presenta retos:
– Brecha de género en STEM (menos del 20 % en ciberseguridad).
– Concentración de desarrollo en grandes hubs, con zonas rurales rezagadas.
– Regulaciones financieras y ciberseguridad rezagadas frente al dinamismo fintech y digital.
Se requieren políticas integrales: actualización regulatoria (especialmente en fintech y IA), inversión continua en infraestructura 5G y digitalización rural, apoyo a la inclusión femenina en STEM, y formación continua en habilidades digitales avanzadas.
Perspectivas 2025–2030
De seguir la tendencia, México consolidará su liderazgo regional en servicios TI, smart manufacturing, fintech y ciudades inteligentes.
Las capacidades humanas e institucionales actuales podrían traducirse en un crecimiento significativo del PIB tecnológico, mejor posicionamiento global y mayor atractivo para inversión extranjera directa.
La economía mexicana para 2030 enfrenta varios desafíos y oportunidades. El “Plan México” busca posicionar a México entre las 10 principales economías del mundo, fortaleciendo el mercado interno y aumentando la inversión. Sin embargo, proyecciones recientes del FMI sugieren que México podría mantenerse en el lugar 14 en 2030, con un crecimiento moderado. El éxito dependerá de la implementación efectiva de políticas económicas y de la capacidad para sortear factores externos como la política arancelaria de Estados Unidos.
Uno de los objetivos del Plan México es ubicar al país entre las 10 principales economías a nivel global; sin embargo, las expectativas apuntan a que México no entrará en ese listado hacia el 2030 como promete el gobierno de Claudia Sheinbaum, e incluso perderá posiciones, de acuerdo con las Perspectivas Económicas Mundiales (WEO) del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las nuevas expectativas del organismo internacional prevén que la economía mexicana pasará del lugar 12 que ocupó en 2024 hasta la posición 15 este año, con un valor del PIB de 1.69 billones de dólares.
Al inicio del 2025, la presidenta Sheinbaum presentó el Plan México, cuya principal meta con miras al 2030 hace referencia a “estar en el top 10 de economías fortaleciendo el mercado interno y la participación internacional”.
No obstante, el cambio en la política comercial que impulsa el gobierno de Estados Unidos provocó que el FMI hiciera revisiones a la baja en las expectativas de crecimiento económico, por lo que luce difícil que México escale posiciones entre las principales economías del mundo.
Humberto Calzada Díaz, economista en jefe de Rankia Latam, explicó a EL CEO que los pronósticos de una caída del PIB se irán dando paulatinamente alineándose al FMI, un ritmo que se ha visto desde el cierre del año pasado.
Por su parte, analistas de Monex indicaron que los resultados no fueron favorables para la economía mexicana, pues el recorte del FMI se explica por la pronunciada desaceleración en la actividad económica desde finales del 2024, así como por el posible impacto arancelario impuesto por Estados Unidos.
Se estima que el crecimiento económico de México se estancará en 2025, con una recuperación gradual hasta alcanzar el 1.8 por ciento en 2027, un nivel por debajo del promedio de crecimiento de los últimos tres años. Esto se debe principalmente a la incertidumbre prevista en torno a posibles cambios en la política comercial, la próxima revisión del T-MEC y la desaceleración esperada de la economía estadounidense.
Con una mejora gradual del crecimiento esperada hacia 2027, se prevé una reducción en la tasa de pobreza. La clave para que México libere todo su potencial económico está en fortalecer los motores del crecimiento. Las presiones del gasto requerirán medidas que aumenten los ingresos para proteger la sostenibilidad de la deuda en un entorno de bajo crecimiento, así como una mayor participación del sector privado para cubrir las necesidades de inversión, particularmente en infraestructura. En el corto plazo, será esencial navegar en un entorno turbulento de comercio e inversión y planificar una mayor resiliencia comercial.
El sector tecnológico mexicano vive, en 2025, una fase de consolidación y expansión acelerada, posicionándose como un actor relevante en América Latina. El mercado de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) fue valorado en USD 64.6 mil millones en 2024, con una tasa compuesta anual proyectada del 9.5 % hasta al menos 2033, lo que señala una trayectoria de crecimiento sostenido. En particular, el segmento de software —con un valor estimado de USD 9.1 mil millones en 2024— aspira a duplicarse para 2030.
Tres pilares explican este dinamismo:
1. Nearshoring y “tech‑shoring”: la relocalización de actividades tecnológicas desde China y Asia hacia México impulsa la instalación de centros de desarrollo y R&D, especialmente en Guadalajara, Monterrey y CDMX.
2. Avances en IA, nube e Industria 4.0: el país ocupa el quinto lugar mundial en producción académica de IA, con un mercado de IA estimado en USD 3.4 mil millones para 2025 . La adopción de computación en nube y automatización en fábricas (“smart factories”) está transformando sectores como manufactura y logística.
3. Fintech y servicios digitales: con casi 1 100 fintech operando —55 % locales— y un mercado valorado en USD 20 mil millones en 2024, las fintech mexicanas han atraído el 74 % de la inversión de capital de riesgo, lo que refuerza la inclusión financiera en un país con alto uso de efectivo.
Proyectos emblemáticos nutren este ecosistema:
Microsoft destina USD 1 300 millones a infraestructura de nube y AI para 30 000 pymes, y AWS/ Amazon lanza una “ciudad digital” en Querétaro por USD 5 000 millones, con 7 000 empleos anuales a mediano plazo. MercadoLibre planea invertir USD 3 400 millones en 2025, reforzando logística, IA y servicios financieros.
En el horizonte sexenal, la estrategia nacional (“Plan México”) impulsa la TI como uno de cinco sectores clave, integrando incentivos fiscales, desconcentración geográfica, y promoción de polos tecnológicos en todo el país.
Desafíos y recomendaciones.
A pesar de su avance, el sector presenta retos:
– Brecha de género en STEM (menos del 20 % en ciberseguridad).
– Concentración de desarrollo en grandes hubs, con zonas rurales rezagadas.
– Regulaciones financieras y ciberseguridad rezagadas frente al dinamismo fintech y digital.
Se requieren políticas integrales: actualización regulatoria (especialmente en fintech y IA), inversión continua en infraestructura 5G y digitalización rural, apoyo a la inclusión femenina en STEM, y formación continua en habilidades digitales avanzadas.
Perspectivas 2025–2030
De seguir la tendencia, México consolidará su liderazgo regional en servicios TI, smart manufacturing, fintech y ciudades inteligentes.
Las capacidades humanas e institucionales actuales podrían traducirse en un crecimiento significativo del PIB tecnológico, mejor posicionamiento global y mayor atractivo para inversión extranjera directa.
La economía mexicana para 2030 enfrenta varios desafíos y oportunidades. El “Plan México” busca posicionar a México entre las 10 principales economías del mundo, fortaleciendo el mercado interno y aumentando la inversión. Sin embargo, proyecciones recientes del FMI sugieren que México podría mantenerse en el lugar 14 en 2030, con un crecimiento moderado. El éxito dependerá de la implementación efectiva de políticas económicas y de la capacidad para sortear factores externos como la política arancelaria de Estados Unidos.
Uno de los objetivos del Plan México es ubicar al país entre las 10 principales economías a nivel global; sin embargo, las expectativas apuntan a que México no entrará en ese listado hacia el 2030 como promete el gobierno de Claudia Sheinbaum, e incluso perderá posiciones, de acuerdo con las Perspectivas Económicas Mundiales (WEO) del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las nuevas expectativas del organismo internacional prevén que la economía mexicana pasará del lugar 12 que ocupó en 2024 hasta la posición 15 este año, con un valor del PIB de 1.69 billones de dólares.
Al inicio del 2025, la presidenta Sheinbaum presentó el Plan México, cuya principal meta con miras al 2030 hace referencia a “estar en el top 10 de economías fortaleciendo el mercado interno y la participación internacional”.
No obstante, el cambio en la política comercial que impulsa el gobierno de Estados Unidos provocó que el FMI hiciera revisiones a la baja en las expectativas de crecimiento económico, por lo que luce difícil que México escale posiciones entre las principales economías del mundo.
Humberto Calzada Díaz, economista en jefe de Rankia Latam, explicó a EL CEO que los pronósticos de una caída del PIB se irán dando paulatinamente alineándose al FMI, un ritmo que se ha visto desde el cierre del año pasado.
Por su parte, analistas de Monex indicaron que los resultados no fueron favorables para la economía mexicana, pues el recorte del FMI se explica por la pronunciada desaceleración en la actividad económica desde finales del 2024, así como por el posible impacto arancelario impuesto por Estados Unidos.
Se estima que el crecimiento económico de México se estancará en 2025, con una recuperación gradual hasta alcanzar el 1.8 por ciento en 2027, un nivel por debajo del promedio de crecimiento de los últimos tres años. Esto se debe principalmente a la incertidumbre prevista en torno a posibles cambios en la política comercial, la próxima revisión del T-MEC y la desaceleración esperada de la economía estadounidense.
Con una mejora gradual del crecimiento esperada hacia 2027, se prevé una reducción en la tasa de pobreza. La clave para que México libere todo su potencial económico está en fortalecer los motores del crecimiento. Las presiones del gasto requerirán medidas que aumenten los ingresos para proteger la sostenibilidad de la deuda en un entorno de bajo crecimiento, así como una mayor participación del sector privado para cubrir las necesidades de inversión, particularmente en infraestructura. En el corto plazo, será esencial navegar en un entorno turbulento de comercio e inversión y planificar una mayor resiliencia comercial.