En el contexto actual de cambio climático, urbanización acelerada y desigualdad territorial, la arquitectura deja de ser un ejercicio meramente estético para convertirse en un componente estratégico del desarrollo sustentable. En México, donde la diversidad geográfica y social plantea retos complejos, el papel de los arquitectos es más determinante que nunca.
La arquitectura sustentable no solo busca edificaciones con menor impacto ambiental, sino que promueve entornos integrales donde confluyen eficiencia energética, accesibilidad, resiliencia y dignidad humana. Desde la planeación urbana hasta la vivienda rural, los arquitectos poseen herramientas técnicas y éticas para transformar espacios que respeten los recursos naturales y mejoren la calidad de vida de las personas.
El arquitecto sustentable es, en esencia, un mediador entre la tecnología, el entorno natural y las necesidades de la comunidad. Su visión holística le permite proyectar soluciones viables que consideran clima, materiales locales, cultura, movilidad e infraestructura, todo dentro de un marco de equidad social.
Quienes formamos parte de la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana (FCARM) compartimos no solo un compromiso profesional, sino también una responsabilidad ética y social ineludible.
Como gremio organizado, estamos llamados a liderar procesos de transformación sustentable, desde la trinchera técnica, académica, comunitaria y gubernamental.
