Arquitekne | Remodelación Arquitectónica Ed. 02

Movilidad Urbana,más allá de movernos

Por: Arq. Silvina Razo Isla
Enlace Operativa de Estrategia Misión Cero

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La intervención, en el ámbito arquitectónico, se refiere a la acción de involucrarse en un proyecto con el propósito de influir, modificar o controlar su curso o resultado. Se considera intervención arquitectónica a cualquier actuación realizada en un edificio o proyecto de arquitectura existente.

Tipos de Intervenciones Arquitectónicas Existen diversas formas de intervención arquitectónica, incluyendo restauración, defensa, preservación, conservación y reutilización. Todas estas actuaciones se pueden englobar bajo el término general de “intervención”. Cada tipo tiene sus propias especificidades y objetivos, pero comparten el fin común de mejorar o adaptar los espacios arquitectónicos existentes.

Aplicación de un Método La intervención se basa en un método estructurado que tiene como objetivo mejorar el diseño de un espacio. Este método puede orientarse a adaptar un espacio a nuevas necesidades o simplemente actualizar su imagen y funcionalidad. Es un proceso que comienza con un análisis detallado del espacio, seguido por la definición de objetivos, la elaboración de un concepto de diseño, y culmina con la construcción y posterior mantenimiento del proyecto.

Proceso de Intervención

Análisis del Espacio Antes de iniciar cualquier intervención, es crucial realizar un análisis exhaustivo del espacio. Este análisis debe considerar el entorno, la topografía, la orientación y las condiciones climáticas. Entender estas variables es fundamental para tomar decisiones informadas y contextualizadas.
Definición de Objetivos Es esencial establecer los objetivos del proyecto desde el principio. Preguntas como “¿Qué se quiere lograr con la intervención arquitectónica?” y “¿Cuáles son las necesidades del cliente o los usuarios?” deben ser respondidas claramente para guiar el proceso de diseño.
Concepto y Diseño Con los objetivos definidos, se procede a la conceptualización del proyecto. En esta etapa, se diseña la intervención arquitectónica, teniendo en cuenta el contexto y la identidad del lugar. Este diseño debe ser una respuesta creativa y funcional a las necesidades identificadas.
Construcción La fase de construcción implica la materialización del diseño. Es vital que se sigan estrictamente los planos y documentos generados en la etapa de diseño para asegurar la coherencia y calidad del proyecto final. La ejecución precisa es clave para lograr los resultados deseados.
Entrega y Mantenimiento Una vez concluida la construcción, el proyecto se entrega al cliente. Sin embargo, el proceso no termina ahí. Es fundamental asegurar un mantenimiento adecuado del espacio para garantizar su durabilidad y funcionamiento óptimo a lo largo del tiempo.

La intervención arquitectónica es un proceso complejo que involucra un análisis detallado, una planificación meticulosa y una ejecución precisa. Mediante la aplicación de un método bien definido y un proceso estructurado, es posible transformar espacios existentes en lugares modernos y funcionales que satisfagan las necesidades contemporáneas. Este enfoque no solo preserva el valor del patrimonio arquitectónico, sino que también lo enriquece, adaptándolo a las demandas actuales sin perder su esencia original.