Pese a la gran importancia en el desarrollo social, tecnológico e infraestructural que depende de él, el ingeniero civil es social y comúnmente relegado al anonimato, siendo el arquitecto quien se lleva el mérito en la mayoría de las grandes obras, estructuras y edificios.
Sin embargo, dentro de aquellos que han logrado sobrepasar esa barrera sociocultural y que ganaron el reconocimiento hay uno en específico que puso el nombre de la Ingeniería Civil, y sobre todo de México, muy en alto, el Dr. Leonardo Zeevaert y aquí su Biografía.
Dentro de las más de 700 obras en las que trabajó el Dr. Zeevaert, destacan los edificios de la Bolsa Mexicana de Valores, el Banco de Comercio, la Embajada de Estados Unidos en México, el Puerto de Liverpool y el Hotel María Isabel Sheraton, entre muchos otros.
Sin embargo, su obra maestra fue la Torre Latinoamericana, una obra que se construyó cuando él tenía 36 años y que en 2016 cumplió 60 años de su edificación.
La torre fue diseñada por el arquitecto Manuel de la Colina y modificada por Augusto H. Álvarez, mientras que la construcción fue dirigida por su hermano Adolfo Zeevaert, quien le solicitó su consultoría mientras éste se encontraba trabajando en Illinois.
El Dr. Leonardo Zeevaert fue justamente el encargado de la estructura de dicha obra, un auténtico reto de cimentación en el complicado suelo fangoso del centro de la Ciudad de México y para lo cual requirió, entre otras medidas, el hincado de 300 pilotes de concreto a 50 metros de profundidad.
La Torre Latinoamericana fue finalizada el 30 de abril de 1956, convirtiéndose en el primer rascacielos en construirse en una zona de alto riesgo sísmico en el mundo, el cual soportó ya los terremotos de julio de 1957 y septiembre de 1985, de 7 grados y 8.1 grados Richter, respectivamente.
La torre fue diseñada por el arquitecto Manuel de la Colina y modificada por Augusto H. Álvarez, mientras que la construcción fue dirigida por su hermano Adolfo Zeevaert, quien le solicitó su consultoría mientras éste se encontraba trabajando en Illinois.
El Dr. Leonardo Zeevaert fue justamente el encargado de la estructura de dicha obra, un auténtico reto de cimentación en el complicado suelo fangoso del centro de la Ciudad de México y para lo cual requirió, entre otras medidas, el hincado de 300 pilotes de concreto a 50 metros de profundidad.
La Torre Latinoamericana fue finalizada el 30 de abril de 1956, convirtiéndose en el primer rascacielos en construirse en una zona de alto riesgo sísmico en el mundo, el cual soportó ya los terremotos de julio de 1957 y septiembre de 1985, de 7 grados y 8.1 grados Richter, respectivamente.