El Fuerte de San Diego

En el viejo Acapúlco

Es la fortaleza marítima más relevante en el Pacífico. Se localiza en el corazón del Viejo Acapulco y destaca por su arquitectura en forma de estrella de cinco picos. A través del Museo Histórico de Acapulco te muestra el pasado del puerto guerrerense, las batallas que tuvo que enfrentar, el comercio con el Oriente, así como la piratería, entre muchos otros capítulos que se exhiben con esculturas y documentos en 13 salas. Desde aquí se tiene una hermosa vista de la Bahía de Santa Lucía (o de Acapulco).

 

Es el monumento histórico cultural más relevante de la región y una de las fortalezas marítimas más importante de todo lo largo del océano Pacífico después del Real Felipe en el Perú y del sistema de fuertes de Valdivia en Chile. Cuenta con una traza geométrica en forma de pentágono o estrella de 5 picos. Alberga desde 1986 al Museo Histórico de Acapulco Fuerte de San Diego, actualmente bajo la administración del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que comprende trece salas de exhibición.

Durante el siglo xvi, distintos grupos de piratas y corsarios provenientes de los actuales países de Reino Unido y Países Bajos asediaron constantemente las costas de la entonces Nueva España con el fin de saquear pueblos y obtener tanto botines como agua y provisiones para sus acciones en altamar. Pero sobre todo, el botín más codiciado fue el Galeón de Manila, embarcación que en su viaje de vuelta de las Filipinas venía cargado con toneladas de artículos, muchos de ellos suntuosos.1

En 1615, el Virreinato de la Nueva España, encabezado por entonces por Diego Fernández de Córdoba, alarmado por los ataques de los piratas y por el arribo del galeón de Manila a Acapulco, ordenó la construcción de un fuerte. El ingeniero militar neerlandés Adrián Boot, quien había intervenido en la edificación del Fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz, hizo el proyecto y llevó a cabo la edificación. A los seis meses, se habían terminado los baluartes llamados Los Caballeros del Rey, El Príncipe y El Duque, correspondientes a la banda de tierra y sus lienzos.

Estaban en construcción Los Caballeros de Guadalcázar, El Marqués y los terraplenes, cuando un terremoto afectó la obra. Se hicieron las reparaciones, la portada y el puente levadizo, así, dos años más tarde el fuerte quedó concluido. Se realizaron pruebas de artillería en las que las balas llegaban hasta la punta del grifo, cerrando con ellas el acceso a la bahía, contaba también con cuarteles, una casa para el castellano, la del condestable y una sala de armas. Otra estructura, el Fortín Álvarez, fue construido como polvorín y alojo de municiones para el fuerte, en la parte alta de Acapulco.

logo_sha_01

03

Hot daily news right into your inbox.

Headline

Never Miss A Story

Get our Weekly recap with the latest news, articles and resources.
Cookie policy
We use our own and third party cookies to allow us to understand how the site is used and to support our marketing campaigns.