Comenzaremos por comentar que existen grandes temas que acaparan la atención mundial en este 2023, y todo mundo comenta, discuten y razonan sobre estos importantes acontecimientos porque son de interés general: Guerras, desastres naturales, economía, crisis energética, crisis del agua, incluso que un meteorito acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años al caer en la Península de Yucatán. Y que los asteroides seguirán ¨rozando¨ la Tierra en años venideros. En fin, así como está, siempre habrá noticias interesantes del orden general, y otras más dirigidas a nuestro gremio: la Ingeniería Civil.
La FEMCIC gremia a más de 50,000 ingenieros a lo largo y ancho del país.
Es el organismo de mayo representatividad en cuanto a ingeniería civil refiere.
Cuenta con representación en Cámara de Diputados y Senadores.
Además de estar relacionada con organismos internacionales a fines a la Ingeniería Civil.
Es válido este comentario como introducción de este tema en este editorial, y es válido reconocer que nuestra labor social como grupo organizado va más allá del desarrollo profesional académico, tenemos un compromiso y una fuerte responsabilidad social.
Egresé de la carrera de ingeniería civil, en una ciudad en la frontera noroeste del estado mexicano de Sonora, en la Heroica Nogales. Nuestra máxima casa de estudios el Instituto Tecnológico, donde hemos egresado la mayoría de los ingenieros e ingenieras civiles de la comunidad. Soy una de las Ingenieras Civiles egresadas en el año 1992, en una época donde los alumnos que ingresaban y egresaban en esta profesión era muy baja y la presencia de la mujer quizá solo representaba un 1 o 2% del total de alumnado.
Esta es quizá la más relevante. Analiza la viabilidad en el mercado de un producto o servicio. Se interesa, sobre todo, por satisfacer las necesidades del cliente que a su vez es el centro de toda empresa.
Aquí la tecnología adquiere especial relevancia. Se busca conocer qué recursos técnicos precisa la empresa para llevar a cabo un proyecto. Sobre todo, los relacionados con las tecnologías de la información y comunicación (TIC).
Como su nombre indica estudia las leyes, normas o reglamentos que afectan a un negocio o un proyecto empresarial. Por tanto, en este caso lo que interesa es el marco jurídico necesario para llevarlo a cabo.
Esta es muy habitual, sobre todo, en grandes empresas. Lo que intenta averiguar es si esta cumple con sus convenios y acuerdos internos. Por ejemplo, los relacionados con sindicatos, empleados o accionistas. Un ejemplo habitual son las guarderías para los hijos de los empleados.
Pero, ¿qué diferencia hay entre los estudios de factibilidad y los de prefactibilidad? A primera vista podrían confundirse, pero existen importantes diferencias entre ellos. Para los últimos, que son los primeros que se deben realizar, ofrecen una visión inicial del alcance del proyecto, una sustentación de por qué vale la pena el esfuerzo y una proyección financiera que permita vislumbrar las inversiones. Es, en definitiva, una suerte de diagnóstico sobre la posibilidad de aventurarse en esa determinada obra.
En la factibilidad, se entiende que el proyecto tiene el primer aval o espaldarazo, así que la información se detalla para conocer la viabilidad económica, los tiempos de ejecución, los recursos que se precisan, el flujo de trabajo, sus etapas y, desde luego, la situación del mercado. Recordemos que la construcción, como cualquier negocio, debe garantizar unos ingresos que soporten la inversión inicial, los gastos y costos y, al final del ejercicio, permita obtener ganancias.
En este escenario, una herramienta fundamental es el presupuesto, estimado con valores reales del mercado y con cantidades o unidades de medida que permitan tener una visual de los números. Para calcularlo y controlarlo, se cuentan con los softwares Construplan y Construcontrol que son de gran utilidad en esta fase del proyecto.
Ahora bien, los análisis del terreno son inherentes a los proyectos constructivos, de la misma forma que temas legales vinculados específicamente con el trámite de la licencia de construcción, que debe adelantarse ante las curadurías. Estas entidades, a su vez, realizan sus propios análisis para, de acuerdo con las especificaciones y formulaciones presentadas, se estime la conveniencia o no de la realización de la obra.
Una de las claves del éxito de cualquier tipo proyecto está en su correcta planeación. En efecto, contar con toda la información o “data” necesaria para prever tanto un buen desempeño, como un buen resultado, minimiza riesgos y garantiza en términos financieros, el retorno de la inversión.
Siendo estudiante y formando parte del bajo porcentaje de mujeres en la profesión, siempre tuve claro que podemos asumir la responsabilidad, de mantener la ética de trabajo y de devolver lo aprendido a la sociedad y minimizar ese sesgo social de forma comprometida, para ello había que tener una misión y una visión clara: fue así que, una vez que egresé, comencé mi labor gremial, integrándome a un grupo de profesionistas en la ingeniería, Colegio de Ingenieros Civiles de Nogales.
Un grupo que nace en 1992, integrado por 7 ingenieros, y que se estableció en la frontera por el Programa Nacional Fronterizo para el desarrollo de obras como la conocida “Puerta de México”, donde los integrantes habían de darle personalidad y dar a conocer las funciones de la ingeniería civil, ya que era una profesión que, en nuestra Ciudad, poco se conocía en aquella época.
En un mundo gremialista consolidado, que tenía ya 50 años, se dan las condiciones para que poder representar y dirigir este grupo colegiado, ya integrado por 115 ingenieros, siendo así, la primer mujer que lo encabezaría en 50 años, por un periodo de 2 años y una reelección de 2 años, por lo cual lo representé durante un periodo de 4 años, con el compromiso que conlleva no solo lo profesional, lo ético, etc., sino el de ser mujer y poder dirigir un grupo que todavía en la actualidad el mayor porcentaje lo representa el sexo masculino.
Y es ahí, donde se da la oportunidad personal de detonar mi compromiso y responsabilidad social con el respaldo y fortaleza de un grupo colegiado y comprometido con nuestra sociedad.
Es donde, podemos ver que nuestra profesión no es excluyente por sexo, no se niega que en algunos aspectos continuamos estando en desventaja por ser mujeres, sin embargo, en lo profesional, en lo intelectual, este mundo nos reconoce y nos valora, por ello las mujeres debemos continuar trabajando dejando huella y demostrando nuestra capacidad como profesionistas.
La experiencia gremial es un satisfactorio y da un crecimiento personal invaluable, poder representar a nuestro gremio es un orgullo, trabajar para el mejoramiento de la profesión y profesional de los propios colegiados, va a redundar en beneficio a la población, a la cual nos debemos, todos tenemos un amor por nuestra Ciudad, por nuestro País, nuestro objetivo principal es tratar de mejorar nuestro acervo profesional a través de capacitaciones, de intercambio de experiencias, apoyo laboral, etc., y nos ha dado muy buenos resultados, hemos podido colaborar con autoridades de todos los niveles de gobierno, con instituciones educativas, con la sociedad civil en general, y lo hacemos con legalidad, ética, moral, de forma no lucrativa, con sentido de pertenencia y la comunidad nos lo reconoce.