LOS PREMIOS EN ARQUITECTURA
¿Qué significa un premio o un galardón para un arquitecto? Es lo mismo que para un artirsta? Para un actor?. Partamos por reflexionar acerca de todo individuo inmerso en un contexto determinado. El ser humano realiza por naturaleza una actividad para sentirse bien, es parte de la psicología personal, el sentir el final de un proceso o de un objetivo marcado. El ser humano necesita autorrealizarse para poder sentir satisfacción, sentir que ha completado cualquier parte de su vida, sea un deportista, sea un niño que estudia la primaria, una ama de casa que emprende un nuevo negocio, un nuevo profesionista, en fin, todos necesitamos de ese reconocimiento, pero más del autor reconocernos y auto valorar que estamos logrando un objetivo determinado.
Para el arquitecto el reconocimiento comienza desde que decide estudiar la carrera de arquitectura, lograr pasar el examen en la facultad o escuela representa un primer premio, haber logrado ingresar a las filas formativas de un nuevo arquitecto es un premio. Posteriormente, viene el reconocimiento que se busca en las aulas de clase, el distinguirse por proyectar mejor, por realizar los trabajos más detallados, mejor investigados, construir la mejor maqueta, los planos constructivos con mayor número de detalles y así en cada materia que contiene el área formativa del arquitecto. El estudiante busca un reconocimiento ante los catedráticos y ante sus propios compañeros, se siguen buscando premios y en la parte formativa del estudiante se le inculca la competitividad.
Desde temprana edad buscamos como arquitectos el reconocimiento al trabajo que desempeñamos. Durante la vida profesional el reconocimiento continuo con cada una de las obras diseñadas, funcionales o estéticamente hablando, hay diversas formas que se reconoce el trabajo del arquitecto por muy grande o pequeño que este sea. En esta fase además del reconocimiento de los clientes, viene el de los colegas, profesiones afines y oficios que complementan la arquitectura. El arquitecto decide emprender participar en concursos nacionales o internacionales, que le permitan ir abriendo camino a su perspectiva y creatividad arquitectónica, a través de estos ejercicios el arquitecto reconoce o fomenta su práctica de diseño y creatividad, se da a conocer y puede aspirar a encontrar oportunidades en escenarios globales.
Uno de los más connotados premios o reconocimientos que existen en la arquitectura es el premio Pritzker, llamado así por el apellido de quien lo instituyó en 1979. Este reconocimiento es considerado el más alto galardón para un arquitecto en vida, que demuestre su alto nivel de creatividad en el diseño arquitectónico a través de diferentes facetas de su vida profesional. Este año ha sido dado a un arquitecto del continente africano, Diébédo Francis Kéré, quien por sus características de diseño arquitectónico se hizo merecedor a esta alta distinción.
No hablaremos más del tema, del reconocimiento que busca el arquitecto en su vida profesional ni del arquitecto reconocido recientemente, Francis Kéré. La idea central de esta carta editorial se concentra en enviar el mensaje a todo el público lector de como el arquitecto vive y se forma en un ambiente de competencia, de buscar el reconocimiento de la sociedad para quien trabaja, entendamos sus características sociales y de desenvolvimiento ante ella.
Atte:
M.D.U.A. Arq. César Ramírez Ferro
Director Editorial
Colegio de Arquitectos de León