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Alcantarillado de la CDMX

Alcantarillado de la CDMX

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Por: Ing. Raúl Bracamontes Jiménez
CEO ADRA Ingenieria S.A de C.V

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Versión Inglés:

Mexico City’s deep drainage system is a complex underground network composed of a series of tunnels designed to convey sewage and storm water to discharge and treatment facilities. The system covers almost 125 miles (200 km) of tunnels. Construction on this deep drainage system began in 1967, with its first phase concluding in 1975.

Evaluation of two of the interceptor lines found significant damage to this concrete tunnel primarily in the top quadrant of the tunnels. Exposure to corrosive gases from the sewage and storm water contributed to this damage. The two interceptor lines were 16 ft (5 m) in diameter and had 11 access “ports,” which totaled 11 miles (18 km) in length. Additional problems included thinning of the walls of the channel from chemical attack and corrosion from the reinforcing steel. The repair process started with hydrodemolition to remove the damaged concrete, then preparing the remaining concrete surface, placement of a corrosion inhibitor on the existing reinforcing steel, placing a new layer of supplemental steel reinforcement, and applying a 6 in. (150 mm) thick shotcrete layer to reinforce the existing drainage sections in the upper middle of the tunnel. For the placement of the shotcrete, we had a concrete pump at the ground surface to pump concrete from the surface up to 4900 ft (1500 m) below ground to a second pump that discharged to the final shotcrete delivery hose and nozzle. We opted for a robotic application to increase productivity and placed an average of 210 yd3 (160 m3) of shotcrete daily. In the below-ground locations, we used a Putzmeister Spraymobil PM400 with a diesel engine. The repairs were performed before the start of the rainy season and we worked 24 hours a day. Once the rains began, the tunnels would be flooded, regardless of equipment or materials. The ease of use and deployment of the shotcrete process, as well as proper surface preparation, allowed us to complete the job with a successful and durable application before the rains began.

Versión Español:

El sistema de drenaje profundo de la Ciudad de México es una compleja red subterránea compuesta por una serie de túneles diseñados para transportar aguas residuales y pluviales hacia instalaciones de descarga y tratamiento. El sistema abarca casi 125 millas (200 km) de túneles. La construcción de este sistema de drenaje profundo comenzó en 1967, concluyendo su primera fase en 1975.

La evaluación de dos de las líneas interceptoras reveló un daño significativo en este túnel de concreto, principalmente en el cuadrante superior de los túneles. La exposición a gases corrosivos provenientes de las aguas residuales y pluviales contribuyó a este daño. Estas dos líneas interceptoras tenían un diámetro de 16 pies (5 metros) y contaban con 11 “puertos” de acceso, sumando una longitud total de 11 millas (18 km). Los problemas adicionales incluyeron el adelgazamiento de las paredes del canal debido a ataques químicos y corrosión del acero de refuerzo. El proceso de reparación comenzó con hidrodemolición para eliminar el concreto dañado, luego se preparó la superficie restante del concreto, se aplicó un inhibidor de corrosión en el acero de refuerzo existente, se colocó una nueva capa de refuerzo de acero adicional y se aplicó una capa de concreto lanzado de 6 pulgadas (150 mm) de espesor para reforzar las secciones existentes del drenaje en la parte superior media del túnel.

Para la colocación del concreto lanzado, se utilizó una bomba de concreto en la entrada de la lumbrera para bombear concreto desde la superficie hasta 4900 pies (1500 metros) bajo tierra, a una segunda bomba que descargaba a la manguera y boquilla final de entrega del concreto lanzado. Se optó por una aplicación robótica para aumentar la productividad y se aplicaron en promedio 210 yardas cúbicas (160 m3) de concreto lanzado diariamente. En las obras subterráneas, se utilizó un equipo Putzmeister Spraymobil PM400 con motor diésel. Las reparaciones se realizaron antes del inicio de la temporada de lluvias y se trabajó las 24 horas del día. Una vez que comenzaban las lluvias, los túneles se inundarían, independientemente del equipo o los materiales. La facilidad de uso y despliegue del proceso de concreto lanzado, junto con una preparación adecuada de la superficie, nos permitió completar el trabajo con una aplicación exitosa y duradera antes del inicio de las lluvias.

El sistema de drenaje profundo de la Ciudad de México es una compleja red subterránea compuesta por una serie de túneles diseñados para transportar aguas residuales y pluviales hacia instalaciones de descarga y tratamiento. El sistema abarca casi 125 millas (200 km) de túneles. La construcción de este sistema de drenaje profundo comenzó en 1967, concluyendo su primera fase en 1975.

La evaluación de dos de las líneas interceptoras reveló un daño significativo en este túnel de concreto, principalmente en el cuadrante superior de los túneles. La exposición a gases corrosivos provenientes de las aguas residuales y pluviales contribuyó a este daño. Estas dos líneas interceptoras tenían un diámetro de 16 pies (5 metros) y contaban con 11 “puertos” de acceso, sumando una longitud total de 11 millas (18 km). Los problemas adicionales incluyeron el adelgazamiento de las paredes del canal debido a ataques químicos y corrosión del acero de refuerzo. El proceso de reparación comenzó con hidrodemolición para eliminar el concreto dañado, luego se preparó la superficie restante del concreto, se aplicó un inhibidor de corrosión en el acero de refuerzo existente, se colocó una nueva capa de refuerzo de acero adicional y se aplicó una capa de concreto lanzado de 6 pulgadas (150 mm) de espesor para reforzar las secciones existentes del drenaje en la parte superior media del túnel.

Para la colocación del concreto lanzado, se utilizó una bomba de concreto en la entrada de la lumbrera para bombear concreto desde la superficie hasta 4900 pies (1500 metros) bajo tierra, a una segunda bomba que descargaba a la manguera y boquilla final de entrega del concreto lanzado. Se optó por una aplicación robótica para aumentar la productividad y se aplicaron en promedio 210 yardas cúbicas (160 m3) de concreto lanzado diariamente. En las obras subterráneas, se utilizó un equipo Putzmeister Spraymobil PM400 con motor diésel. Las reparaciones se realizaron antes del inicio de la temporada de lluvias y se trabajó las 24 horas del día. Una vez que comenzaban las lluvias, los túneles se inundarían, independientemente del equipo o los materiales. La facilidad de uso y despliegue del proceso de concreto lanzado, junto con una preparación adecuada de la superficie, nos permitió completar el trabajo con una aplicación exitosa y duradera antes del inicio de las lluvias.

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