LA PARTICIPACIÓN DE LOS ESTUDIANTES DE ARQUITECTURA EN LA PRÁCTICA PROFESIONAL

Cuando decidimos estudiar la carrera de arquitectura, las ilusiones de ser un arquitecto reconocido en cualquier ámbito profesional es la primera ilusión que viene a nosotros. Alentado por familiares, por reconocer el trabajo de una persona en nuestro ámbito familiar o personal, son algunos de los alicientes más comunes para elegir la carrera. Muchas veces sin un estudio psicométrico exacto y real que nos muestre las habilidades para elegir la carrera de arquitectura.

Entrados en los primeros semestres, el estudiante busca empezar con sus primeros trazos, a sentir que puede ya proyectar espacios, porque le han enseñado a manejar los programas, las herramientas que más tarde le permitirán expresar sus ideas para sus clientes. La carrera de arquitectura requiere madurez y experiencia, que solo se va logrando a través de ejercitar el proyecto arquitectónico, de poner en práctica las diversas especialidades que acompañan a las edificaciones y los espacios que se les encargan diseñar a los estudiantes de la carrera.

Uno de los retos más importantes que tienen en la actualidad las Universidades es tener profesionistas dignos y competitivos en el ámbito profesional, lo cual requiere que los planes de estudios que se imparten en ellas estén actualizados y vigentes a las realidades actuales que vive el país y los entornos globales. Para que esto suceda las Universidades buscan vincular la participación del estudiante en las dinámicas sociales profesionales, como pueden ser entornos gubernamentales o bien en las actividades profesionales del ámbito privado. Las actividades principales en que los alumnos pueden participar son en la elaboración de proyectos arquitectónicos, investigación urbana, levantamientos de inmuebles o espacios, participación en las construcciones como auxiliares, como residentes o realizando cuantificaciones, entre muchas actividades que los profesionistas y los maestros de las propias universidades dirigen con sus alumnos.

Se ha comprobado que este es uno de los mejores caminos para que el alumno tenga una vinculación directa con la realidad, la cual le ofrecerá un escenario de compromiso y responsabilidad dentro y fuera de las aulas. En el alumno está el interés y empeño que le permita identificar estos hechos como oportunidad, la responsabilidad radica en cada uno de los alumnos de nivel profesional para que puedan abrir sus mentes a las diferentes experiencias y retos que implica el ámbito profesional. Entonces bien, el camino es largo y lleno de compromisos y retos para los alumnos y maestros, pero no es sino con la participación continua en temas profesionales actuales y vigentes, lo que permitirá que los futuros profesionistas tengan mayores y mejores herramientas para afrontar realidades cada vez más complejas y demandantes.