El Ayuntamiento Tapatío Apuesta por Ingeniería de Innovación para el Entorno Urbano
La Perla Tapatía se ha distinguido históricamente por el talento de sus ingenieros civiles y arquitectos que con su visión, han dejado una huella al entorno urbano.
Tal es el caso del Arquitecto Fernando González Gortázar, quien aunque nació en la Ciudad de México, muy pronto emigró junto a su familia al Estado de Jalisco, en donde cursó sus estudios en la Universidad de Guadalajara, para convertirse luego en uno de los principales referentes a nivel nacional en la conceptualización de conceptos de obra, no sólo para el entorno urbano, si no también para las artes como la escultura y la literatura.
La obra de la Gran Puerta, ubicada en la Colonia Jardines Alcalde, una de las más tradicionales de la Ciudad, forma parte de un patrimonio invaluable para el suelo tapatío, sin embargo, es cierto también que el tiempo nos alcanzó y era necesaria una minuciosa rehabilitación, cuidando siempre la esencia del autor, el extraordinario arquitecto González Gortázar.
Es por ello que el Ayuntamiento Tapatío a través de la visión del alcalde Pablo Lemus Navarro y la Dirección de Obras Públicas, que encabeza el Ing. Francisco José Ontiveros Balcázar, en conjunto con un gran equipo de profesionales ingenieros civiles y arquitectos tapatíos, se dio a la tarea de generar esta intervención con una inversión de ocho millones de pesos.
En primera instancia y al realizar una visita al Parque Amarillo, lugar exacto en donde se ubica esta obra, para una inspección ocular de las condiciones actuales, se encontró un alto grado de corrosión en todas las piezas, por lo que la Gran Puerta, luego de 54 años de vida, presentaba graves problemas estructurales.
Por ello, se realizó una revisión y remodelación de cada una de las piezas, además de que un nuevo cálculo estructural, para garantizar así la seguridad, estabilidad y vida de esta extraordinaria pieza al menos, por 50 años más.
Este proceso de restauración incluyó la demolición del aplanado existente que por supuesto, se encontraba en mal estado, el emplaste de escultura con fibra plástica, la demolición de piso de piedra laja y finalmente, la colocación del piso de concreto.
Al ser la Gran Puerta un ícono para todos los vecinos de la colonia, la Dirección General de Obras Públicas, decidió también invitarles a participar en la supervisión de los trabajos, con el objetivo de que fueran fieles testigos de que se cuidaría a cabalidad en su restauración, la originalidad de la pieza.
Por ello, se realizó una revisión y remodelación de cada una de las piezas, además de que un nuevo cálculo estructural, para garantizar así la seguridad, estabilidad y vida de esta extraordinaria pieza al menos, por 50 años más.
Este proceso de restauración incluyó la demolición del aplanado existente que por supuesto, se encontraba en mal estado, el emplaste de escultura con fibra plástica, la demolición de piso de piedra laja y finalmente, la colocación del piso de concreto.
Al ser la Gran Puerta un ícono para todos los vecinos de la colonia, la Dirección General de Obras Públicas, decidió también invitarles a participar en la supervisión de los trabajos, con el objetivo de que fueran fieles testigos de que se cuidaría a cabalidad en su restauración, la originalidad de la pieza.
Por supuesto que la rehabilitación incluyó la pintura de la obra, en exactitud al pantone original, la poda de todo el arbolado de la zona, el cuidado de un árbol parota con más de 90 años de vida que es parte de la identidad del parque, la sustitución de todas las luminarias y aplicación de pasto.
El Arquitecto González Gortázar tristemente se nos adelantó en el camino hace un poco más de un año, un 7 de octubre del 2022, sin embargo, una de sus últimas voluntades fue donar la colección de plantas que tenía tanto en su casa en la Ciudad de México como en Guadalajara, por lo que estas formarán parte también del entorno de la Gran Puerta, generando a su vez, un recuerdo diario a su invaluable legado.