Alumnos, Padres de Familia, Docentes, Directivos, Personal todos del Instituto y a la sociedad en general, a quienes daremos cuenta de nuestros actos significativos en la vida:

Habiendo analizado la vida de nuestra querida Irena Sendler, la mujer que gozaba cada vez que lograba rescatar a un niño del holocausto judío, comprendí la gran cantidad de amor que había dentro de su corazón, es entonces cuando me di cuenta de cuán maravilloso sería nuestro mundo si tuviéramos más Irenas en él.

Ella dijo que por supuesto tuvo miedo, pero con toda humildad manifestó que cuando se es joven se cuenta con esa audacia y esa bravura para atreverse, también señaló “me habían enseñado a tender la mano al que se hunde”, lo que significa que los valores se enseñan, se viven, no se nace con ellos.

Nuestra tarea entonces como formadores, consiste no sólo en instruir en materia académica y social, sino en ilustrar y preparar las almas, en sensibilizar los corazones.

Me queda claro que en este mundo lleno de malas noticias, siempre es bueno saber que un ser más quiere contribuir a reformar positivamente su entorno, por eso es que nuestro lema “Humanos excelentes para un mundo mejor”, estamos seguros quedará impregnado en cada una de las cabecitas y los corazones de nuestros alumnos.

Quiero reconocer la excelente labor de nuestros docentes, directivos y todo el personal que labora en el Instituto, quienes con su enorme vocación y amor a los niños, logran en ellos cosas inimaginables y sorprendentes incluso para sus propios Padres.

Por último, no quiero quedarme con lo que hay muy en el fondo de mí, ahí donde se encuentran las situaciones, personas y cosas más amadas: el enorme agradecimiento a los hombres que han creído en mí y en el gran equipo que formamos la Familia Irena Sendler, y que han invertido tanto en todos los sentidos, con el único fin de ver hecho realidad este anhelado y hermoso proyecto, que tiene la mira única y exclusivamente en ver reflejado todo el amor del mundo en los tesoros más grandes del universo, nuestros amados niños.