La problemática del agua a nivel mundial sigue en crecimiento latente, afectando principalmente a las zonas de mayor pobreza y marginación, así como pone en serios aprietos a los países de denominados desarrollados. Por un lado, las Naciones Unidas (UN) desde el 2015, establece el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS 6) que indica: “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”, con metas muy específicas al 2030 siendo algunas: incrementar el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores; asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua; lograr el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos para todos entre muchas otras.
Es importante esclarecer que este artículo se ha repartido en dos ediciones de la revista. En este segundo número se presentan los capítulos 3 y 4, referentes al muestreo del subsuelo y la determinación de las condiciones piezométricas. Mientras que la introducción y el capítulo concerniente a la exploración del subsuelo ya se ha presentado en la edición anterior.
En este sentido, cada año se realizan eventos de seguimiento para reforzar en todos los niveles, acciones para abonar en la solución de la problemática del agua, temas como: “La solución está en la naturaleza”, “Haciendo visible lo invisible”, “Valoremos el agua”, “Que no se quede nadie atrás” entre muchos otros. Pese a ello, las UN reconocen el atraso en alcanzar sus objetivos y mencionan que hay que acelerar el paso para su cumplimiento. Reconoce que lamentablemente que la problemática del agua persiste y resalta un incremento en el tamaño de la brecha entre las soluciones mostradas en grandes foros regionales y por País, contra la realidad que enfrenta la sociedad más desfavorecida al tener los sistemas de abastecimiento de agua potable alcantarillado en saneamiento en México y otros países del mundo, trabajando en un esquema obsoleto e ineficiente.
Por lo anterior es indispensable que los organismos operadores de agua potable de México y el mundo inicien el proceso de adaptación a una nueva cultura de innovación y desarrollo tecnológico con un esquema incluyente y que se integre en todos los procesos de profesionalización. Se propone que se aborde en el sector académico, desde la educación media Superior, incluyendo licenciatura y posgrado, así como y con mayor intensidad en la fuerza laboral de los organismos operadores dando la oportunidad de que todos participen en encontrar nuevas formas de hacerla las cosas, nuevas soluciones, nuevos productos o servicios.