Al mantenerse en contacto directo con rayos de sol, humedad, lluvia, temperaturas fluctuantes y viento, las cubiertas y azoteas son el área más crítica y expuesta de un edificio. Por lo tanto, sin un mantenimiento y cuidado adecuado, surge el riesgo de generar daños que reducen drásticamente su vida útil.
Sin embargo, entre todos los factores externos a tomar en cuenta, el paso del agua y la formación de humedad es sin duda uno de los efectos más dañinos. No sólo conlleva a graves problemas estructurales – como la corrosión del acero de refuerzo y deterioro del concreto o la corrosión de elementos metálicos –, sino que también provoca riesgos eléctricos e incluso problemas respiratorios en los residentes. Por ende, para proteger al usuario, fomentar un ambiente más saludable y maximizar la durabilidad de la estructura, es fundamental impermeabilizar la cubierta; es decir, prevenir la humedad y filtración de agua a través de ella mediante la colocación de sistemas impermeables flexibles y resistentes que se adapten a distintos tipos de cubiertas.
Los sistemas impermeables a base de asfalto utilizan polímeros para modificar sus propiedades y lograr diferentes valores de resistencia al calor, flexibilidad a baja temperatura, elasticidad, resistencia al intemperismo y durabilidad. Los polímeros más utilizados son los termoplásticos, clasificados en elastoméricos (SBS) y plastoméricos (APP). Son membranas con diferentes espesores, con refuerzo central de fibra de vidrio o poliéster no tejido y con acabado superficial liso/arenado o gravilla mineral.
Los sistemas impermeables a base de asfalto utilizan polímeros para modificar sus propiedades y lograr diferentes valores de resistencia al calor, flexibilidad a baja temperatura, elasticidad, resistencia al intemperismo y durabilidad. Los polímeros más utilizados son los termoplásticos, clasificados en elastoméricos (SBS) y plastoméricos (APP). Son membranas con diferentes espesores, con refuerzo central de fibra de vidrio o poliéster no tejido y con acabado superficial liso/arenado o gravilla mineral.
Las membranas termoplásticas de PVC (cloruro de polivinilo) son láminas selladas con aire caliente que generan una capa monolítica impermeable al agua y al polvo. Caracterizadas por su alta calidad, ofrecen alta resistencia a la tracción, excelente elongación, estabilidad dimensional, baja contracción, buena flexibilidad a baja temperatura y una larga vida útil. Además, cuentan con una alta reflectividad solar, resistencia al fuego y se pueden reciclar.