La revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), a realizarse en 2026, ya acapara algunos reflectores y no es para menos, ya que 86% del valor de las exportaciones mexicanas se deriva del comercio con estos países. Sin embargo, en la agenda del próximo secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aguardan otros acuerdos comerciales que quedan pendientes en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los especialistas opinan que es importante que México mantenga un dinamismo en el comercio exterior con otros países y diversifique sus exportaciones, lo cual se puede llevar a cabo con la modernización del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM), así como llevar a buen puerto las negociaciones con Corea del Sur, Reino Unido, Brasil y no descartar por completo Ecuador.
Ebrard dará la estocada final a la modernización del TLCUEM. El acuerdo entró en vigor en 2000 y en 2020 se negoció su actualización, pendiente de aplicar.
Juan Carlos Baker, exsubsecretario de Comercio Exterior, explica que falta que los países de la Unión Europea firmen la modernización y después se tendría que ratificar.
En 2023, las exportaciones de México a la Unión Europea ascendieron a 26,677 millones de dólares; 4.5% del total, de acuerdo con datos de Banxico.
La importancia de la modernización radica en incrementar el acceso a mercados para productos agroindustriales como la miel, plátano, carne de cerdo y de res.
La Secretaría de Economía, entonces encabezada por Tatiana Clouthier, anunció en 2022 que se acordó reanudar las negociaciones para un tratado de libre comercio con Corea del Sur, tras un primer intento durante el gobierno de Felipe Calderón, cuando se logró una primera ronda de negociaciones, en 2007.
Para Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), llegar a un acuerdo con Corea del Sur es importante para fortalecer las exportaciones hacia ese país, aunque luego de lo informado por Clouthier ya no se reportaron avances.
Clouthier también declaró, en 2022, que se quería cerrar un acuerdo bilateral con Brasil, pero tampoco se avanzó con esta agenda.
Lugo Aranda refiere que un tratado con Brasil se torna complicado, ya que ese país se ve más como competidor en muchos sectores, principalmente en el automotriz, y no tanto como un complemento. “Sabemos que el recorte presupuestario ha pegado a la Secretaría de Economía, en específico en el área de negociaciones comerciales”, comenta la ex negociadora del TMEC, esto porque considera que no se tiene información pública y no se sabe exactamente porque no ha avanzado.
Ana Gutiérrez añade que México ha incrementado sus compras a Brasil en los últimos cinco años; entonces, el tener un tratado puede generar facilidades arancelarias, pues México también tiene un importante déficit comercial con Brasil que el año pasado se ubicó en 9,114 millones de dólares.