El arquitecto del estiolo neofuturista
Por: STAFF | Creativo Plasma
Arquitecto español. Considerado como uno de los arquitectos más creativos del momento, los diseños de Calatrava se caracterizan por un aire futurista y la innovación técnica y estética. Sus amplios conocimientos de ingeniería le han permitido especializarse en el diseño de grandes estructuras, entre las que destacan sus puentes, muchos de ellos célebres.
Tras asistir a clases nocturnas en la Escuela de Bellas Artes y Oficios de Burjasot, Santiago Calatrava inició en 1969 la carrera de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Valencia, donde se graduó en 1973. Al poco tiempo se trasladó a Suiza, para estudiar Ingeniería civil en la célebre Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETHZ, por sus iniciales en alemán), considerada una de las mejores universidades científico-tecnológicas del mundo. Entre 1979 y 1981 se doctoró allí en Ciencias Técnicas con la tesis Acerca de la plegabilidad de las estructuras y ejerció asimismo la actividad docente.
En 1981 abrió su primer estudio de arquitectura e ingeniería civil en Zúrich.
“La arquitectura, como la pintura, permite a la persona proyectarse en ella. Que uno se proyecte en su obra es un derecho”…
Calatrava está asociado a un estilo “neofuturista” y es famoso por el virtuosismo estructural de sus obras. El Milkwauke Art Museum, su primer trabajo en Estados Unidos, se hizo conocido por sus “alas” que se abren y cierran en función de la posición del sol. Su complejo de edificios en Valencia, ciudad donde nació, es otro gran punto de peregrinación para los estudiantes de arquitectura.
Una de sus grandes especialidades es la construcción de puentes, que concibe como un fenómeno cultural; los ha construido en Basilea, Mérida, Lérida, Barcelona (Bach de Roda, premio FAD de las Artes Plásticas), Valencia (sobre el Turia) y Sevilla (La Cartuja y el Alamillo, con motivo de la Expo-92).
También proyectó el aeropuerto de Sondica (Vizcaya), la torre de comunicaciones del Anillo Olímpico
de Montjuïc (Barcelona), las estaciones ferroviarias de Lyon, Zurich, Berlín, Lisboa y Lieja, así como el “Hemisfèric” (planetario) de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia y el Palacio de Congresos de Tenerife.
El trabajo de Calatrava destaca por su calidad espiritual, y en el despertar del 9/11, recibió una comisión en 2003 para rediseñar el PATH Rail Terminal en el World Trade Center. Sin embargo, su diseño que evocaba a un fénix renaciendo de sus cenizas, fue el comienzo de una serie de controversias mientras su proyecto era atrasado y se hacía cada vez más caro. Este patrón se repitiría en una serie de proyectos llevando a la cancelación del Chicago Spire y a su destitución en la comisión de la “Cathedral of Christ the Light” en Oakland, California. Aún así, Calatrava sigue siendo una de las figuras más influyentes de la arquitectura mundial, su ambición e ingenuidad estructural empujan barreras con proyectos como el Museo Tomorrow en Río de Janeiro y el Proyeto para la Universidad Yuan Ze en Taiwan.
A pesar de su predilección por los esquemas simétricos, algunos de sus edificios presentan composiciones asimétricas, como en la posición de los arcos de algunos de sus puentes, en el que consigue un gran equilibrio dinámico gracias a la disposición asimétrica de los distintos elementos en relación con su base. Difícilmente reductible a corrientes o etiquetas, en su obra se han apreciado influencias dispares, desde Antoni Gaudí hasta Eero Saarinen o Frank Gehry. En el extraordinario auge creativo que vive la arquitectura española en el último cuarto de siglo, no hay duda de que la figura de Calatrava sobresale de forma particularmente relevante.