TEC MTY 1 - 2
Figura 1. Casa Morfología
LA VIDA
Ricardo Vela Ramírez.
@tactil.arquitectos @ricardovela.mx
Introducción
En el relato breve ¿Cuánta tierra necesita un hombre? (1886), de León Tolstoi, somos partícipes de la vida de Pajom, un campesino de la lejana Rusia que, a causa de una provocación al diablo, se ve enredado en una vida de búsqueda de riquezas y tierra, más tierra. Pasando los años y ya siendo rico, tuvo enfrente una oportunidad de oro: los Bashkires le venderían por solo mil rublos toda la tierra que pudiera caminar en un día con la única condición de que regresara antes de que se pusiera el sol. Pajom, movido por la avaricia y por el hecho de que, según él, cada que caminaba las tierras eran mejores, no pudo llegar a su meta y, por si fuera poco, murió en el desesperado intento. [1]
Después de leer esto es imposible no relacionarlo con la manera de vivir hoy en día y, sobre todo, con la manera en que se hace arquitectura y ciudad. Siempre se quiere más y más. No se sabe para qué y no se quiere saber. La calidad de una obra arquitectónica parece medirse en metros cuadrados o en los altos precios de los materiales, sin embargo, existen quienes tienen un profundo y auténtico convencimiento de que estas ideas son completamente erróneas. La Casa Rode, proyectada por el despacho arquitectónico Pezo von Ellrichshausen en 2017, está aquí para probarlo. La casa se erige sobre los virginales paisajes de Isla Grande de Chiloé (Chile), como retando al cielo a una lucha de egos, pero es un reto natural y suave, como retan los árboles al viento con sus fuertes troncos. Con una auténtica simpleza, los espacios de la Casa Rode fungen como refugio o, en palabras de Bachelard, escritas en su libro La Poética del Espacio, como “instrumento para afrontar el cosmos” [2], y enseñan, contrario a lo que hizo Pajom, a tomar lo suficiente y regresar con tiempo de sobra antes de que el sol se ponga.
[1] Tolstoi, L. (1886). ¿Cuánta tierra necesita un hombre? Rusia: Nórdica Libros
[2] Bachelard, G. (1965). La Poética del espacio. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica. (p. 78)
La casa, definida formalmente en la descripción enviada a Archdaily por sus autores como “un encuentro interrumpido entre un cono y un cilindro” [3] crea en su planta una solitaria geometría semicircular donde la sensual abertura de la misma se convierte en el patio que mira hacia el mar circundante a la isla, siendo este el protagonista de la narrativa.
[3] “Casa Rode / Pezo von Ellrichshausen” 17 ene 2018. ArchDaily México. Recuperado el 2 Jun 2020 de https://www.archdaily.mx/mx/887188/casa-rode-pezo-von-ellrichshausen
En contraste, la fachada este se nos muestra casi monolíticamente forrada en fajas de madera curvada extraídas de la región y siendo unidas por la excelente mano de obra carpintera que habita la isla. En el interior del semicírculo, formado por el cono y el cilindro, sucede la vida. Una habitación en un extremo del semicírculo, la otra, exactamente igual, en el otro. Mientras que el espacio central en el interior es ocupado por la cocina, el comedor y la sala de estar; todos techados por un cielo laminado de madera que, inclinado hacia el patio, forma parte de la intersección entre las dos formas geométricas. La estructura que soporta la construcción es a base de polines de madera que fueron ensamblados con minuciosa precisión. La potencia de su programa y distribución podría atribuírsele a que la casa no carga con lastres en cuanto a lo que se supone que una vivienda, arbitrariamente, debe contener.
Figura 1. Cono y cilindro.
